Estos días, diversas noticias están de actualidad relacionadas con nuevas tecnologías de diversa índole, algunas fantásticas, otras desconcertantes con mayor o menor grado de implicación social, y no hablamos de la sociedad de internet, sino a la de toda la vida, a la de las personas que caminan por la calle.
Mi idea comenzó, tras la propuesta de mis compañeros de la oficina de centrarme en la noticia de la caída de ventas de los ordenadores personales en el 2013, calificado como “el peor año de ventas de PC” -entendiendo como tales equipos de escritorio, portátiles, ultrabooks y estaciones de trabajo-.
En concreto, se vendieron algo más de 315 millones de PC en todo el mundo, lo que supone un descenso del 10% en comparación con las ventas totales de PC registradas en 2012 y la peor caída de la historia del mercado de este tipo de equipos que lo devuelve a niveles de 2009.
La respuesta a esta situación se llama “Smartphone” y son los que se han llevado las ventas, por primera vez en 2013 se ha roto la barrera de los mil millones de smartphones vendidos, muy por encima de los 315 millones de PC. Podríamos decir que ahora mismo hay muchisimos más smartphones que ordenadores.
¿Qué significado tiene este cambio en el consumo?. No hay respuestas demasiado concluyentes desde las consultoras pero es obvio que reina el minimalismo tecnológico en general. También se advierte una influencia a través de los bajos costes de los dispositivos.
Pero ¿a donde llega este minimalismo?. Hoy lo vemos traducido en smartphones, pero investigando un poco a los grandes como Google, nos encontramos con gadgets como las Google Glass que nos mostrarán el mundo a través de su lente, atendiendo a las ordenes emitidas por nuestra voz. O las investigaciones que están realizando para implantar en el mercado unas lentillas especiales para diabéticos que genera información sobre los niveles de glucosa de la persona que as usa.
Por otro lado, reyes de la informática como Acer, intentan innovar para superar sus pérdidas concluyendo que las gafas o los relojes son demasiado aparatosos y que necesitamos algo aun más “portable” como por ejemplo una joya inteligente. Por Por ahora, serían dispositivos que podrán medir el ritmo cardíaco, la temperatura corporal y utilidades similares, aunque aun no podrían comunicarse con teléfonos y otros dispositivos.
En definitiva, ¿es necesario pasar por todos estos experimentos tecnológicos para llegar a algo realmente importante para la sociedad?. ¿Es este el camino de la evolución tecnológica?. Algunos de estos dispositivos intentan mejorar la salud o aportar utilidades en pos de ella. Podría decirse que tienen “conciencia social”.
¿O quizá nos engañamos y quizá hablamos de una nueva senda hacia el consumismo desmedido adaptado a la crisis?.